miércoles, 30 de diciembre de 2020
La retícula como guía de composición.
lunes, 21 de diciembre de 2020
viernes, 4 de diciembre de 2020
miércoles, 25 de noviembre de 2020
martes, 10 de noviembre de 2020
jueves, 5 de noviembre de 2020
lunes, 2 de noviembre de 2020
Diseño de marca de Papel Higiénico "Lisbel".
Gracias Papelera RZ por haberme confiado el diseño de imagen de marca de uno de sus productos Papel Higiénico "Lisbel".
jueves, 1 de octubre de 2020
"Cuidarnos para cuidarte". (Parte 3)
Y como no hay dos sin tres, Tollcky nos propone otra pieza gráfica para la campaña "Cuidarnos para cuidarte" de Dulcería Agustín. @dulceriaagustin
"Cuidarnos para cuidarte" (Parte 2)
"Cuidarnos para cuidarte" (Parte 1)
domingo, 27 de septiembre de 2020
Un sugerente envío.
Hubo un momento en que se apagaron las luces y sólo quedó iluminada la entrada por donde aparecería la torta de la boda.
Hubo un momento en que los novios compartieron con los invitados tan exquisito manjar.
Hubo un momento para el asombro por la creatividad con que fue diseñada la torta.
Y surgió un "¿Dónde compraste esta torta? ¡Está espectacular!"
A lo que siguió un "Vení que te presento a la autora".
Alguien felicitó a Emilia Bonelli por tan impactante torta a la que calificó de "obra de arte".
Emilia agradeció los elogios.
Ése alguien le solicitó una tarjeta para contactarla en el futuro.
Emilia se disculpó por haber agotado su stock de tarjetas e improvisó sus datos en una servilleta de papel.
Al parecer, el repentino admirador quedó tan impactado por la torta como por la mirada de la autora.
Tres días después, Emilia recibía un envío de alguien que, aprovechando su condición de diseñador de tarjetas, creó la mejor excusa para invitarla a cenar.
viernes, 3 de abril de 2020
"El camino".
Un gran error.
Un gravísimo error haber confiado en ese que nos sugirió tomar por un atajo que se convertiría en una trampa mortal. Ese que cuando nos vio a Fede y a mí caídos en el barranco, atrapados con las motos encima y cubiertos de lodo, no sólo no nos socorrió cuando se acercó con un grupo de "amigos", sino que se llevó nuestras alforjas y vació nuestros bolsillos, alejándose despreocupadamente, haciendo oídos sordos a nuestros pedidos de auxilio.
Pero así como habíamos caído engañados en el peor de los infiernos, un ángel enviado por Dios acudió a prestarnos ayuda y a darnos una inolvidable lección.
Era otro motociclista que paró a sacar fotos y, a través del zoom de su cámara, logró detectarnos desde lejos.
Resultó asombrosa la velocidad con que nos quitó el lodo que nos cubría y rápidamente nos puso de pie.
Pero más asombrosa aún fue la facilidad con que subió nuestras motos a la ruta que, aunque impregnadas en barro, lograron ponerse en marcha otra vez.
No sabíamos cómo hacer para manifestarle nuestro agradecimiento, porque realmente nos había salvado la vida.
-No se preocupen. -dijo con voz tranquila-. Lo importante es que están bien y que esta experiencia les haya servido para que nunca olviden las tres claves de todo viaje en moto.
-¿Y cuáles son esas tres claves? -preguntó Fede, siempre fiel a su eterna curiosidad.
-La primera es el camino seguro y confiable. -sentenció nuestro amigo caído del cielo-. Nunca se aparten de él intentado por atajos. Además, si les pasa algo, siempre habrá alguien que se detendrá para ayudarlos.
La segunda es la verdad. Deben guiarse por mapas fidedignos así no caen en manos de quienes los quieran engañar. Y la tercera es la vida.
En todo viaje deben estar contempladas todas las medidas de seguridad para que siempre esté preservada la vida.
Si guardan estas tres claves y las aplican, cada viaje será una aventura increíble, y cada kilómetro recorrido un regalo de Dios.
Mientras subíamos a nuestras motos, yo pensaba en la aparición milagrosa de nuestro salvador. Y cuando nos disponíamos a saludarlo para retomar la marcha, ya no estaba.
Se había ido tan misteriosamente como cuando llegó.
martes, 31 de marzo de 2020
"Según cuenta la leyenda".
La multiplicación de los contagios se debió a dos causas: la primera, la virulencia con que crecía el virus una vez alojado en el cuerpo de las personas, algo nunca visto; la segunda, la desobediencia de la gente en cuanto a quedarse en casa cumpliendo con la cuarentena obligatoria impuesta por el gobierno de cada país.
Pero hubo un caso que llamó mucho la atención, cuando terminada la pandemia, en el pueblo petrolero de San Irineo, a 50 kilómetros al sur de la ciudad de Biglia, ningún habitante resultó alcanzado por el virus.
Cuando le consultaron al intendente del pueblo a qué se debía tanta "suerte", el funcionario dijo que había sido una estrategia de política urbana.
-¿Cómo es eso? -preguntó un periodista en conferencia de prensa.
-Les explico -respondió el intendente-. Como sabíamos que la cuarentena iba a ser sistemáticamente desobedecida, tuvimos que hacer correr la noticia de que un virus más fuerte estaba creciendo en las cocinas de cada casa, por lo que le pedíamos a la gente que se alejara de los focos de calor para evitar los contagios. Resultado: todo el mundo se reunía en las cocinas de sus hogares por el solo hecho de transgredir la regla y manifestar su rebeldía.
Cuando salí a hacer la recorrida, en vez de ver gente deambulando por la ví
La estrategia fue exitosa. A tal punto que San Irineo fue el único pueblo -en el mundo- en donde la pandemia no pudo entrar y siguió de largo.
jueves, 12 de marzo de 2020
"El viejo motociclista".
Con la serenidad de un sensei, el viejo Eugenio sentenció:
-Así en las motos como en la vida, existen reglas o normas que no se deben desconocer por nada del mundo. Hacerlo, implica afrontar las consecuencias de haber violado una la ley. Y es la causa natural de la mayoría de nuestros padecimientos.
-Es verdad -atiné a responder enseguida-. Empujar la moto hasta aquí fue un verdadero padecimiento.
-Si hubieses tenido en cuenta la flecha grabada en el flotador que indica la posición correcta en que debe ser colocado, no hubieses tenido que pasar por todos esos padecimientos.
-En realidad, no lo sabía -me justifiqué-. De haberlo sabido, no estaría aquí.
-Está indicado en el manual de uso de tu moto, el que trajo cuando la compraste -rebatió don Eugenio mientras le daba arranque a la moto.
-Los manuales de usuarios, las reglas de procedimientos, las cartillas de instrucción, los modos de uso, e incluso la Biblia -continuó don Eugenio, mientras me acompañaba a la calle- son mapas que te guían para que transites un camino que te lleve a un destino feliz.
Es bueno tenerlos siempre a mano.
Si seguís sus indicaciones al pie de la letra, cada vez que hagas algo, te saldrá bien.
En ese momento sólo quería salir a la calle y seguir disfrutando de mi flamante moto.
Pero con los años comprendí que, como me enseñó el viejo motociclista, la vida se rige por leyes que, conociéndolas y practicándolas, nos garantizan la misma felicidad que experimenté aquella vez, cuando don Eugenio me devolvió una moto andando y con el carburador armado como Dios manda.
"Conocerán la verdad."
Cuando podés contar con una brújula que te guía hacia el rumbo correcto, ese rumbo que te lleva directo a la libertad, ya sos libre.
Cuando disponés de un saber que te garantiza sustento económico, sos libre.
Cuando, después de mucho esfuerzo, lográs subir a la parte más alta del árbol para tener una perspectiva más amplia del bosque, sos libre.
Cuando te das cuenta de que tenés la capacidad de ponerte en los zapatos del otro para entender porqué es como es, sos libre.
Cuando, estando preso, te enfocás en logar, antes que nada, la libertad de tu compañero de celda, ya sos libre.
Cuando te proponés buscar incansablemente la libertad y no parar hasta encontrarla, sos libre.
Cuando amás, sos libre.
Cuando das, sos libre.
Cuando conocés la verdad, sos libre.
miércoles, 1 de enero de 2020
"La roca de miedo".
Ese era el tiempo que lo separaba de saltar al abismo y ahogarse en el océano del miedo; o quedarse suspendido en el aire, comenzar a mover las alas y volar hacia el país de la libertad.
El minuto se extinguía y ya no quedaba tiempo para volver atrás.
Guillermo cerró los ojos y un escalofrío recorrió su cuerpo que, de repente, se vio sumergido en una atmósfera de desamparo.
A lo lejos, se alejaba el vehículo de la compañía donde trabajaba y que todos los días, a las ocho, lo pasaba a buscar.
Pero esta vez -y por su propia decisión- el transporte llegaría a la empresa con un empleado menos.
Alguna vez se le ocurrió pensar que cuando estuviese mejor entrenado en esto de ser determinado, seguramente, iba a tomar las mejores decisiones de su vida.
Pero ese día no llegaba nunca.
Así que tuvo que elegir.
Desprovisto de coraje.
Y a las ocho y un minuto, Guillermo ya había elegido.
Después de todo, cualquier esfuerzo que le permitiera darles una mejor calidad de vida a su esposa y a su pequeña hija, bien valía la pena asumir los riesgos.
- Hola ¿Paula?
- ¡Hola Guille! ¡Qué sorpresa escucharte!
- Quería contarte que tomé una decisión y mi respuesta es "sí".
Así que estaremos viajando a Bariloche la semana que viene.
- ¡Felicitaciones Guille! ¡Los esperamos!
Y aunque las cosas no fueron tan sencillas al principio, el emprendimiento de Guillermo en Bariloche, poco a poco, empezó a dar sus frutos.
Descubrió que para ser determinado y tomar las mejores decisiones es necesario estar "determinado a empezar", aunque uno nunca esté totalmente preparado para hacerlo. Que el miedo es una gran roca de hielo en la espalda que se disuelve con el calor de la marcha. Que el amor a su compañera y a su hija es un motor imparable. Y que el poder no está en el que tiene la fuerza, sino en aquel que cree, con absoluta fe, que la tiene.