Me hacés mal y lo sé,
es de terror el aire que respiro.
Sin embargo, comprobé,
con estupor, que yo, sin vos no vivo.
Fue alejarme de tus lunas,
de tus calles, de tu río
para ver que no hay ninguna
que provoque este amor mío.
Me hacés mal y lo sé,
pero sin vos no puedo vivir.
Buenos Aires, hoy y aquí
te canto así mi ardiente metejón
que huele a hollin, asfalto y bandoneón
y a bodegón queriendo milonguear.
Sos mi ciudad y aunque me hagas sufrir
y destrocés a golpes mi ilusión,
no habrá lugar mejor para morir
llenándome de tango el corazón.
Me hacés daño y lo sé
pero tu atmósfera espesa y tu paisaje
se hicieron carne en mi piel
como las marcas eternas de un tatuaje.
Hoy no puedo despegarme
de tu música y tu vino
y aunque quisiera ya es tarde
pa' tomar otro camino.
Mi ciudad, mi pasión,
mi amarga condena y mi salvación.
Buenos Aires, hoy y aquí
te canto así mi ardiente metejón
que huele a hollin, asfalto y bandoneón
y a bodegón queriendo milonguear.
Sos mi ciudad y aunque me hagas sufrir
y destrocés a golpes mi ilusión,
no habrá lugar mejor para morir
llenándome de tango el corazón.
Me hacés mal y lo sé
pero sin vos no puedo vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario